La camisa del hombre felizEn cierto país… ¡muy lejos, muy lejos, muy lejos!, que de lejos que era no me acuerdo ni dónde era… Esto me lo contaba a mí, mi padre – que era muy viejo. Bueno, mi padre casi toda la vida se la ha pasado en el siglo pasado -, que había un rey que era muy, muy enfermizo. Y estaba cansado de ver médicos, todos los médicos de todos los países pasaban por su castillo a ver si podían curar al rey.

Total, llegó un médico, no sé de dónde, y le dijo:

-Este hombre lo que necesita es ponerse la camisa del hombre feliz, un hombre que sea feliz.

Y entonces fueron, ¡claro!. Naturalmente que fueron a buscar a la gente de dinero, los ricos: los condes, los duques, marqueses y esa gente que tuvieran, los fueran más felices, porque estaban más bien de dinero. Pues nada, no encontraban a ninguno feliz. En esa clase de, de la alta burguesía no encontraba ninguno feliz. Seguir leyendo