Cuento del mini golfEl mini-golf Un padre llevó a sus pequeños a jugar al minigolf. En la taquilla, preguntó el precio.

– Son cinco monedas para los adultos y tres para los niños mayores de seis años. Para los menores de seis, la entrada es gratuita.

– Uno de ellos tiene tres, el otro siete. Pago la del mayor.

– Bobo -dijo el taquillero-. Podría haberse ahorrado tres monedas si hubiera dicho que el mayor tenía menos de seis. Yo no habría notado la diferencia.

– Puede, pero ellos sí la habrían notado. Y mi ejemplo quedaría grabado para siempre.