Cuentos, cuentacuentos, historias, leyendas para pequeños y adultos

Categoría: Cuentacuentos (Página 1 de 4)

Cuento de Gandhi y su profesor de derecho

cuento de gandhiCuento de Gandhi cuando estudiaba en Londres

En este cuento de Gandhi se realata la historia de cuando Gandhi estudiaba Derecho en Londres, y un profesor de apellido Peters le tenía mala voluntad; pero, el alumno Gandhi nunca le bajó la cabeza y eran muy comunes sus encuentros:

Un día Peters estaba almorzando en el comedor de la Universidad y el alumno viene con su bandeja y se sienta a su lado; el profesor, altanero, le dice: «Joven Gandhi, Ud. no entiende! Un puerco y un pájaro, no se sientan a comer juntos»; a lo que Gandhi le contesta: » Esté Ud. tranquilo profesor, yo me voy volando» y, se cambió de mesa…

El Señor Peters verde de rabia, decide vengarse en el próximo examen; pero, el alumno responde con brillantez a todas las preguntas…

Entonces, le hace la siguiente interpelación: «Gandhi, Ud. va caminando por la calle y se encuentra con una bolsa, dentro de ella está la sabiduría y mucho dinero, ¿cuál de los dos se lleva? «…

Gandhi responde sin titubear: «¡Claro que el dinero, profesor!»

El profesor sonriendo le dice » Yo, en su lugar, hubiera agarrado la sabiduría, ¿no le parece?»…

Gandhi responde: » Cada uno toma lo que no tiene profesor»…

El profesor Peters, histérico ya, escribe en la hoja del examen: «IDIOTA» y se la devuelve al joven Gandhi…

Gandhi toma la hoja y se sienta…

Al cabo de unos minutos se dirge al profesor y le dice: «Profesor Peters, Ud. me ha firmado la hoja, pero no me puso la nota…»

La carreta vacía

Después de escuchar este cuento te vas a dar cuenta de que a veces, es mejor estar callado. Y a muchos de nosotros y nosotras nos va a hacer comprender situaciones en las que nos encontramos y no entendemos el por qué.

El tonto del pueblo

el tonto del pueblo y las monedasSe cuenta que en una ciudad del interior, un grupo de personas se divertían con el tonto del pueblo, un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños recados y recibiendo limosnas.

Diariamente, algunos hombres llamaban al tonto al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 centavos y otra de menor tamaño, pero de 1 peso.
Él siempre tomaba la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.

Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, lo llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y éste le respondió:
– Lo sé señor, no soy tan tonto…, vale la mitad, pero el día que escoja la otra, el jueguito se acaba y no voy a ganar más mi moneda.

El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto delante de un tonto que aparenta ser inteligente…

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